Marisa Candal:
Concibo la vida humana como un camino hacia la paz interior y comparo la existencia humana a la del árbol. Si tenemos paz en nuestros corazones nuestro yo- árbol crecerá en armonía, florecerá y regalará sus frutos al mundo. No puedo imaginar una existencia más bella. El árbol es un maestro para todos nosotros: siempre es generoso y si las condiciones son adversas vuelve a empezar de nuevo, nunca se rinde. Asienta sus raíces en el suelo y extiende sus brazos al cielo aspirando a lo celeste. El arte es el camino más directo para alcanzar esa paz interior. La transformación del mundo empieza por la propia transformación.
SOL POR LA PAZ
ARTE POR LA PAZ
SER COMO EL ÁRBOL
Ser como el árbol.
Sola más nunca sola.
Hacia la luz.
Haiku de Ana Pérez Cañamares
POESÍA
MI HIJO Y YO